Algunos de los nutrientes que más se investigan incluyen los potentes antioxidantes, las vitaminas A, C y E. Las frutas cítricas, como las naranjas y el pomelo, son especialmente ricas en vitamina C. Por ejemplo, una naranja grande proporciona más del 163 por ciento del valor diario de este importante nutriente.

Los frutos rojos están repletos de potentes compuestos llamados antocianinas que estimulan la salud. Estos compuestos son responsables de dotarlas de sus brillantes tonos púrpura, rojo y azul. En un estudio durante 21 años a más de 16 000 mujeres, las que comieron más frutos rojos tuvieron las tasas más lentas de deterioro mental. Los frutos rojos son una parte clave de la dieta mediterránea: una dieta basada en años de investigación que describe los alimentos y nutrientes que benefician la función cerebral.

Los alimentos ricos en potasio son bien conocidos por ayudar a disminuir la presión arterial al disminuir los efectos del sodio. También pueden ayudar a aliviar la tensión en los vasos sanguíneos. Las naranjas, los pomelos y las batatas son buenas fuentes de potasio.

Para ayudar a proteger tu piel del daño de los rayos UV, tal vez desees tomarte algunos zumos que ofrecen propiedades naturales de protección solar. Los tomates, el pomelo rosa, la sandía, la papaya y la guayaba, por ejemplo, proporcionan un importante antioxidante, el licopeno, que se ha demostrado que hace justo eso. La vitamina A y el betacaroteno, que se encuentran en las zanahorias, también producen resultados similares.

Los estudios han demostrado que la remolacha, o el zumo de remolacha, puede ayudar a acelerar la recuperación muscular al combatir la inflamación después de un entrenamiento duro. Algunos expertos también abogan por el zumo de remolacha antes de entrenar porque los nitratos que se encuentran en ese tubérculo pueden ayudar a mantener un flujo sanguíneo saludable.
 

Los antioxidantes vitamina A, luteína y zeaxantina juegan un papel importante en la salud ocular. Una zanahoria mediana proporciona más del 200 por ciento del objetivo diario de vitamina A. Las zanahorias también suministran luteína y zeaxantina, que ayudan a proteger la retina y el cristalino. En un estudio publicado en el American Journal of Ophthalmology, las mujeres que consumían más de dos raciones de zanahorias a la semana tuvieron un 64 por ciento menos de riesgo de desarrollar glaucoma, en comparación con las mujeres que consumían menos de una ración.