Aunque no existe una fórmula mágica para evitar enfermedades crónicas o agudas, mantener tu cuerpo bien nutrido puede contribuir a una función inmunitaria saludable y a la capacidad de tu organismo para hacer frente al estrés añadido.
Con los años, la comunidad científica ha sabido más sobre el importante papel que desempeñan las bacterias intestinales en nuestra salud general. Y dado que el 70 por ciento de las células inmunitarias se encuentran en el intestino, es especialmente importante priorizar la salud intestinal. Toma yogur, kéfir, kombucha o chucrut para estimular las bacterias saludables, o lánzate a los probióticos para que se propaguen en el tracto digestivo.
La espinaca está llena de antioxidantes, fitoquímicos y minerales. ¡Popeye lo estaba haciendo genial con su cuerpo cuando comía espinacas para reponer su fuerza sobrehumana! Todos estos antioxidantes y nutrientes de las verduras de hoja verde trabajan juntos para combatir las enfermedades. Añadir verduras de hoja verde a tu dieta diaria es una forma excelente de promover una salud óptima a largo plazo. Una porción de una taza de verduras sin cocinar contiene unas 25 calorías, pero con muchos beneficios.
La cúrcuma, miembro de la familia del jengibre, es quizás la especia más famosa de la comunidad científica por sus beneficios para la salud. Estos beneficios explican la explosión de suplementos de cúrcuma en nuestras tiendas de comestibles y las recetas de leche dorada en nuestros feeds de Instagram. La curcumina, un fitoquímico natural que se encuentra en la cúrcuma, es responsable del color amarillo característico de la especias y de sus beneficios para la salud, como el aumento de la actividad de las células inmunitarias. Añade una pizca de pimienta negra a tus recetas que contengan cúrcuma para ayudar a aumentar la biodisponibilidad de la curcumina.
La vitamina D está disponible en varias fuentes de alimentos. La mayoría de las personas consumen parte de la vitamina D que necesitan a través de la exposición al sol, pero su eficacia puede depender de la estación, la ubicación, la hora del día e incluso de la calidad del aire. Los champiñones expuestos a la luz, como el shigato, el maitake o portobello, pueden ser una buena fuente de esta poderosa vitamina que potencia la inmunidad. Además, la leche basada en productos vegetales y los productos lácteos están fortalecidos con vitamina D y son la fuente principal de esta vitamina en la dieta estadounidense. Asegúrate de conseguirlos cuando mezcles un batido o un bol de batido.
El zinc es un micronutriente importante con funciones en el sistema inmunológico y la deficiencia de zinc se ha relacionado con una función inmunológica alterada. Mientras que las fuentes animales, como la carne roja, las aves y el marisco, ofrecen una mejor biodisponibilidad de este micronutriente, también puedes encontrar zinc en fuentes basadas en productos vegetales, como frijoles y semillas. Las plantas de remojo y germinación pueden aumentar la capacidad del cuerpo para absorber el zinc, así que prueba a poner en remojo los garbanzos enjuagados o las semillas de calabaza en una jarra limpia, tapada holgadamente durante varias horas antes de usarlos en recetas.
Los antioxidantes son compuestos que ayudan a ralentizar el daño causado por moléculas inestables en nuestro cuerpo. El poderoso antioxidante, la vitamina C, es famoso por su papel en la función inmunitaria. Cocer frutas y verduras durante demasiado tiempo puede reducir el contenido de vitamina C. Además, cocinarlos en agua permitirá que la vitamina C se filtre. Por lo tanto, estas frutas y verduras son ideales cuando se ingieren frescas, para que todo el contenido de vitamina C siga intacto.
Las frutas y verduras color naranja son fuentes de betacaroteno, que luego se sintetizan en esta importante vitamina que estimula el sistema inmunitario. La vitamina A ayuda a mantener la estructura de las paredes celulares, que desempeña un papel esencial en la primera línea de defensa del cuerpo.
Las almendras, las semillas de girasol y los cacahuetes son fuentes imprescindibles de vitamina E, otro poderoso antioxidante que es importante para reducir la inflamación. De hecho, en nuestro sitio web, las recetas que aparecen como “Impulsoras de inmunidad” ofrecen una cantidad abundante de antioxidantes por porción.
Añade estos ingredientes a algunas de tus recetas diarias para darle a tu cuerpo una refuerzo adicional de defensa.
Batido para potenciar la inmunidad
El batido de aporte extra de inmunidad proporciona un efecto lifting energizante, tanto si estás de bajón como si quieres comerte el mundo.
Batido de leche dorada
Una vez mezclado, calienta este batido a fuego medio en la cocina. Elaborado con cúrcuma, canela y jengibre, esta bebida es reconfortante.
Batido de cítricos picantes
Con más del 100 por ciento de tus necesidades diarias de vitamina C, este brillante batido proporciona importantes antioxidantes para mantener tu sistema inmunológico fuerte.