Algunos de nuestros ingredientes favoritos para el zumo (te estamos mirando: zanahorias, remolacha y sandía) pueden desempeñar un papel importante para potenciar la inmunidad, el rendimiento deportivo y promover la salud de la piel, los ojos, el cerebro y el corazón. Pero el zumo rico en nutrientes también puede ofrecer beneficios para la salud de formas más sorprendentes.
A continuación te presentamos algunos beneficios adicionales: desde la protección de los riñones hasta la lucha contra la resaca.
Dejar pasar demasiado tiempo entre comidas y tentempiés o saltarse las comidas por completo puede desencadenar migrañas y dolores de cabeza debido al bajo nivel de azúcar en sangre. En pocas palabras, es una buena idea comer con regularidad durante todo el día, incluyendo tentempiés si es necesario. Disfruta de un vaso de zumo de naranja recién hecho con un puñado de almendras para un desayuno rápido y sencillo, equilibrado para llevar o como aperitivo.
Controlar su nivel de azúcar en sangre y comer (¡y beber!) una dieta completa proporciona nutrientes que pueden desempeñar un papel protector en la prevención del daño renal. Un zumo vegetal naturalmente más bajo en azúcares no tendrá el mismo impacto en los niveles de azúcar en sangre que un zumo con más frutas.
Tu hígado es un órgano que trabaja duro. Adoptar hábitos alimenticios saludables puede ayudar a prevenir la enfermedad hepática, en particular, la enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHNA) o el resultado del exceso de grasa en el hígado no relacionado con la ingesta de alcohol. Mantenerse hidratado y consumir muchas frutas y verduras son dos consejos generales para tener un hígado más sano. Beber zumo es una forma fácil de ayudar a cumplir ambos objetivos.
En el clásico caso del huevo o la gallina, el estrés y la ansiedad pueden afectar a nuestro apetito, lo que provoca la omisión de comidas. Pero las caídas de azúcar en sangre también pueden provocar ansiedad. Por lo tanto, una de las mejores formas de cuidarse durante los periodos estresantes es comer y beber comidas y aperitivos equilibrados cada pocas horas. Y si tienes un apetito reducido, la nutrición líquida, como los zumos y los batidos, a menudo se tolera mejor que comer comidas abundantes.
La rehidratación es imprescindible para ayudar a combatir la resaca. El agua o las bebidas que contienen electrolitos naturales, que ayudan a regular los niveles de líquidos en tu cuerpo, son las mejores. ¿Algo mejor? Hidrátate mientras bebes alcohol para evitar la resaca en primer lugar. La sandía, por ejemplo, es particularmente hidratante, ya que está compuesta por más del 90 por ciento de agua. También es una fuente natural de electrolitos, el potasio.