Septiembre, un mes de nuevos propósitos y nuevo año para muchas personas.
Ahí están muchas veces los oportunistas para vender productos milagro que hacen mucho daño a nuestra salud y no tienen efectividad a largo plazo.
Perder peso es algo que cuesta bastante, aunque creamos que no. Por esto, la gran mayoría de personas, están toda la vida a dieta.
Pueden perder peso a corto plazo, pero en cuanto abandonan la dieta que están haciendo, vuelven a recuperar todo, incluso algunos kilillos extra. ¿Por qué ocurre esto?
Normalmente, el tipo de dietas que se suelen hacer son dietas muy restrictivas donde pasas hambre y no te gusta lo que estás comiendo, por lo que, estás deseando volver a tus hábitos normales y “ser feliz”.
Por esta razón, la gente busca dietas rápidas y muy efectivas.
Aquí es donde actúan los comerciales que venden productos milagrosos, batidos sustitutivos, pastillas quema grasa prometiendo que vas a conseguir tus objetivos en un plazo corto de tiempo y te olvidarás de dietas…
A la larga, todos estos productos, ocasionan muchísima inflamación, ya que estás sometiendo tu cuerpo a un estrés increíble.
Aún encima, estos productos normalmente van repletos de azúcares y edulcorantes que dañarán todavía más tu flora bacteriana o microbiota, generando mayor inflamación.
Tanto las dietas restrictivas como los productos que te prometen ayudarte a adelgazar simplemente hacen daño a tu salud y después ocasionan el conocido efecto rebote.
Mi consejo como nutricionista es aprender hábitos nuevos, acostumbrar tu paladar a los sabores más naturales, sentirte tan bien con esos nuevos hábitos al notar esa desinflamación, que tu cuerpo por sí mismo, te pida mantenerlos de por vida.
Y es lo único que va a funcionar a largo plazo.
Sandra