¡Nos hemos quitado el sayo! Tirantes, piel a la vista y sol, mucho sol.
Nos metemos de lleno en el videoclip de escuela de calor y sí, arde la calle al sol de poniente ¡y mucho!
No es oro – o sol- todo lo que reluce. La exposición al sol tiene sus cosas positivas. Nos permite sintetizar vitamina D, fundamental para fortalecer nuestros huesos y sistema inmunológico, sin embargo, la polución, el cambio climático y la exposición prolongada a la radiación solar se ha convertido en un problema de salud generando un aumento progresivo en la incidencia de enfermedades relacionadas con el sol: como el fotoenvejecimiento.
El fotoenvejecimiento afecta fundamentalmente a la piel, órgano diana de la radiación ultravioleta del sol. Por eso, además de utilizar cremas de protección solar, vamos a proteger nuestra piel de la radiación desde dentro, a través de la alimentación.
¡Así es! La piel necesita sus nutrientes. Igual que la moneda energética que necesita nuestro cerebro es la glucosa, nuestra piel – el órgano más grande del cuerpo- necesita nutrientes para mantener su estructura. Es decir, sustancias estimulan la foto protección y el tratamiento del envejecimiento cutáneo: los antioxidantes.
La gran noticia es que, muchos de los mejores alimentos para una piel sana, promueven también la buena salud.
Igual que nosotros respiramos, nuestras células también lo hacen. Inspiran energía y expiran radicales libres. Por tanto, generar radicales es sinónimo de estar vivos.
Sin embargo, la liberación de radicales libres nos envejece, por dentro y por fuera: envejecimiento cutáneo. Es el (buen) precio que tiene vivir.
¡Hasta aquí todo en orden! Sin embargo, hay situaciones que hacen que nuestras células se aceleren y expiren una mayor cantidad de radicales libres: El consumo de alcohol, tabaco, el estrés, mala alimentación y sí: se produce un exceso de exposición solar.
Los antioxidantes son moléculas o mini individuos ladrones de estos radicales libres. Cuanto encuentran radicales libres en la sangre ¡los atrapan! Ayudando a reducir el envejecimiento celular y cutáneo.
En los alimentos ricos en vitamina A y carotenoides o provitamina A, fundamental para cuidar nuestra piel y mucosas. La vitamina A sólo la encontramos en alimentos de origen animal: como en la yema de huevo o los lácteos enteros.
Los carotenoides o provitamina A, son sustancias que se transforman en vitamina A en nuestro organismo y son responsables por muchos de los colores rojos, amarillos y naranja de las hortalizas. La encontramos en los cítricos, zanahoria, tomate, sandía, mango, melocotón…
¡Una buena rodaja de sandía todos los días ahora que está de temporada y a cuidar nuestra piel!
En los alimentos ricos en vitamina E, gran antioxidante que ayuda a proteger nuestras células del foto envejecimiento. Al igual que la vitamina A, es una vitamina liposoluble, es decir, presente en la grasa de los alimentos. Los encontramos en los aceites de semillas, frutos secos, aguacate o nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra.
En los alimentos ricos en vitamina C, el antioxidante por antonomasia. Actúa como foto protector, aumentando la síntesis de colágeno y elastina. Lo encontramos en las frutas y verduras en crudo.
Todas estas sustancias estimulan la foto protección y el tratamiento del envejecimiento cutáneo. Una nutrición variada, basada en el plato de Harvard nos garantiza una ingesta adecuada de micronutrientes para estar sanos por dentro y por fuera.